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Artroplastía de Cadera en Casos Especiales

Artroplastía de Cadera en Artritis Reumatoide

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La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad sistémica de naturaleza autoinmune, que afecta al 1% de la población. Puede presentarse en cualquier momento de la vida, y es más frecuente entre la quinta y séptima décadas, con una mayor incidencia en mujeres (3:1 con respecto al varón). Entre los órganos y sistemas más afectados, se encuentra el osteoarticular y, en general, involucra varias articulaciones. Si bien su comportamiento es impredecible, mayormente progresa de manera simétrica y centrípeta. El daño articular, librado a su evolución natural, puede dividirse en tres períodos bien diferenciados: uno de comienzo, uno de estado y, finalmente, la etapa secuelar. 

 

En el período de comienzo, lo característico es la afección de una o más articulaciones de manera simultánea o aditiva (con más frecuencia, muñecas, manos, pies y rodillas), con tendencia a la simetría y a la evolución lenta, pero progresiva. El período de estado se manifiesta con una sinovitis de dolor variable, tumefacción, disminución de la movilidad articular y la clásica rigidez matinal posterior a la inactividad. Por último, en el período secuelar, aparece la deformidad articular característica como consecuencia de la destrucción osteocartilaginosa, las retracciones capsuloligamentarias y las alteraciones tendinosas.

 

Las dos grandes articulaciones afectadas son la rodilla y la cadera, con una incidencia, según diferentes autores, del 65% al 90% para la primera, y del 15% al 36% para la segunda, y una alta incidencia de bilateralidad en ambas.

 

Los pacientes que desarrollan coxartrosis secundaria a AR se presentan con caderas dolorosas, disminución de la movilidad, con una particular deformidad en flexión y rotación externa,1 por lo que aproximadamente el 15% necesitará, en algún momento, una artroplastia total de una cadera o de ambas, cirugía considerada el patrón oro en el tratamiento de la etapa final de la AR.

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Artroplastía de Cadera en Necrosis Avascular de la Cadera

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La necrosis de cadera, también conocida como osteonecrosis o necrosis de fémur, es una patología o lesión que ocurre cuando la sangre no llega de manera correcta al hueso, provocando la muerte de las células del hueso.

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A medida que el hueso se va necrosando como consecuencia de la falta de sangre, el cartílago comienza a deteriorarse, ocasionando gran dolor, entre otros síntomas asociados. La necrosis de cadera o necrosis avascular de cadera, afecta principalmente a la zona superior del fémur, siendo la cabeza y el cuello del mismo las zonas que se ven más afectadas.

 

Al no recibir la sangre que necesita, el hueso comienza a morir y a descomponerse, incluyendo el cartílago de la articulación. Suele ser una patología que surge entre los 40 y los 50 años de edad, y los primeros síntomas que se perciben son dolores intensos y súbitos en la zona afectada.

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Causas que provocan la necrosis de fémur

 

Por norma general, las causas más comunes que provocan el desarrollo de este grave problema son las luxaciones o fracturas de cadera. También puede ser provocada por otro tipo de trastornos como la gota, la diabetes, la nefropatía, la anemia drepanocítica, la enfermedad de Gaucher y alcoholismo, entre otras patologías.

Artroplastía en Displasia del Desarrollo de  la Cadera

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La artroplastia de cadera compleja o displasia de cadera es aquella que surge, no fruto del desgaste propio de la edad de la articulación por artrosis o el paso del tiempo, si no por una malformación durante la infancia o la juventud. No es hereditario.

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Niños que nacieron con la cadera fuera de sitio y la articulación no se desarrolló por falta de diagnóstico y tratamiento de manera normal, por ejemplo.


Existen grados de displasia que también definen los grados de complejidad.  La complejidad de la cirugía de displasia de cadera surge de la deformidad anatómica de la pelvis y el fémur. Colocar los componentes en el sitio correcto para que la articulación tenga una función óptima requiere de mucho entrenamiento y conocimiento previo.

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Las complicaciones que surgen de esta cirugía requieren de una gran especialización en técnicas y una planificación quirúrgica excepcional y controlada por la experiencia.

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El principal factor que va a determinar cuánto duran: “la supervivencia” de las prótesis totales de cadera en una displasia es la restitución del centro de rotación original.

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En la zona donde debió estar la cadera o el cotilo original (“paleocotilo”) hay poco hueso y además hay que descender mucho el centro de rotación, lo que puede asociarse a lesión del nervio ciático.

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Para fijar el implante acetabular en el paleocotilo (cotilo original del paciente) son necesarias técnicas de reconstrucción especiales como la “cotiloplastia” o la “protrusión acetabular” o el “autoinjerto” del acetábulo con la cabeza displásica.


Para prevenir la lesión nerviosa se requiere un acortamiento femoral y para evitar la inestabilidad una prótesis modular que permita restituir la tensión de las partes blandas y una orientación apropiada de los componentes.

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Pese a las dificultades la técnica quirúrgica esta se puede reproducir obteniendo buenos resultados a medio y a largo plazo.

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Artroplastía de Cadera en Protusión Acetabular

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La presencia de protrusión acetabular, también conocida como enfermedad de Otto o artrocatadisis, defecto resultante de la migración de la cabeza femoral medial a la lágrima de Kohler, indica un incremento de la dificultad de la intervención en un paciente que va a ser sometido a una artroplastia total de cadera, toda vez que el tratamiento requiere la reconstrucción del defecto cavitario.

 

Este puede desarrollarse en asociación con un grupo de enfermedades, que afectan el metabolismo o el comportamiento mecánico del hueso peri acetabular, en las que se incluyen la osteogénesis imperfecta, osteomalacia, la enfermedad de Paget, tumores óseos, artritis reumatoide, espondilitis anquilopoyética y las secundarias a trauma. En la medida en que estas enfermedades progresan erosionan la pared medial y el techo medial y superior del acetábulo, ocurre una resorción ósea y deformación plástica de la pared articular y el acetábulo migra medial a la línea de Kohler, hasta que todo el hueso de soporte central se ausente dejando solo tejido blando en la pared medial.

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