Dr. Mario F. Aizpurúa Berroa

La artrosis en las rodillas es una afección debilitante que afecta a miles de personas todos los días.

 

La artrosis de rodilla es cualquier lesión que involucra daño al cartílago en el extremo de los huesos (el cartílago es el cartílago que se ve al final del hueso de un pollo). Una vez que el cartílago en la rodilla está lesionado, no hay tratamientos actuales para restaurarlo a un estado saludable. Por lo tanto, una lesión en el cartílago de la rodilla no puede sanar de forma natural y cualquier técnica de restauración del cartílago no restaura las superficies normales del cartílago.

 

Los síntomas de la artrosis de rodilla incluyen:

 

Dolor de rodilla

Dolor y un dolor sordo.

Hinchazón con o sin actividades.

Rigidez de la rodilla

Dolor constante en la articulación de la rodilla.

 

La osteoartritis de la rodilla a menudo es causada por una lesión traumática de años anteriores. Es una enfermedad degenerativa lenta y progresiva en la cual el cartílago articular se desgasta gradualmente. Esta lesión generalmente se observa en personas de mediana edad y mayores, pero a veces puede afectar a pacientes más jóvenes, especialmente a pacientes a quienes se les ha extirpado parte de su menisco por desgarros previos.

 

Es un error común pensar que la osteoartrosis de rodilla solo se ve como una patología de etapa final antes de necesitar un remplazo de rodilla, la gran mayoría de la artritis de rodilla que vemos se debió a lesiones por impacto, esta artrosis de rodilla se llama artrosis traumática. La artrosis postraumática puede desarrollarse después de una lesión en la rodilla. Este tipo de artritis es similar a la osteoartrosis de rodilla y puede desarrollarse años después de una fractura, rotura de ligamentos o lesión de menisco. Muchas de estas lesiones se encuentran en áreas localizadas de la rodilla, lo que hace que los tratamientos potenciales sean más fáciles de realizar y potencialmente más exitosos que la artritis en áreas más grandes de la rodilla.